MARIANA
Estaba hablando con Rocio y Nicolas, el cual tengo
que reconocer es muy agradable, cuando escuchamos a alguien llamar a Nicolas
-¡Tiiio! Hasta que al fin llegas- Nicolas fue a
saludar al recién llegado, supongo que se trata de su amigo.
Me giré para ver al tal Peter teniendo un mal
presentimiento, y cuando le vi la cara, entendí por qué ese mal
presentimiento... Peter, el amigo de Nicolas, era el mismo Peter que hace dos años
me rompió el corazón
Flashback
Me dirigía a la salida del instituto cuando escuche
mi nombre. No me giré siquiera a mirar porque era imposible que alguien me
estuviera hablando a mi. Yo era la típica chica nerd, esa que saca todo
sobresaliente, que lleva aparato, gafas, viste mal y no tiene amigos... encima,
estar becada en un instituto donde la mayoría de los alumnos vienen de familias
adineradas no ayudaba mucho, ya que todos me hacían sentir inferior por no
tener tanto dinero como ellos. Seguí caminando cuando volví a escuchar mi
nombre y entonces alguien me tocó el brazo. Me giré y vi a Peter Lanzani, el
chico más guapo, popular y sexy del instituto
-Hola Mariana
-Ho-hola- dije con timidez agachando mi cabeza-
¿Pa-pasa algo?
-No... eeee... bueno, en realidad, si, si pasa
-¿Qué pasa?- le pregunté alzando mi mirada, me había
entrado la curiosidad... ¿Qué querría Peterde mi para hablar conmigo? Nunca lo
hacía
-Verás, esto yo... me gustaría salir contigo, me
gustas mucho- dijo mirándome a los ojos
No podía creerlo... Peter, el chico de los sueños de
cualquier chica, me estaba pidiendo salir a... ¿a mi? No, no... Esto tiene que
ser un sueño, alguien como él no puede haberse fijado en alguien como yo
-¿Mariana?
-¿Si?
-¿No vas a contestar a mi pregunta?
-Eeem... ¡Si cla-claro! Perdón, es que estaba
pensando por qué tú me pedirías salir a mi
-Ya te lo he dicho... Me gustas mucho
Me sonrojé, no pude evitarlo... es tan guapo... y me
está pidiendo salir, a mi, a la chica nerd, la invisible... ¡No puedo creerlo!
-Me encantaría salir contigo Peter
-¡Genial! Dame tu número y te llamo para arreglar la
hora y el día, ¿si?- Asentí y le di mi teléfono
A partir de ahí todo pasó muy rápido. Petery yo
empezamos a salir, él me pidió que lo nuestro fuera algo secreto porque no
quería que la gente me molestara por estar saliendo con él. A mi eso me pareció
muy tierno de su parte y acepté estar con él en secreto. Pasaron los días,
luego las semanas y finalmente los meses. Él se comportaba de manera tan tierna
y linda conmigo... con él di mi primer beso y con él descubrí lo maravilloso
que puede ser el amor... y a la vez lo que se sufre por su culpa... si, me
enamoré de él, fue imposible evitarlo... Todo iba genial entre nosotros llegó
el último mes de clases y nadie sospechaba que estábamos juntos y nosotros cada
día estábamos más enamorados.... o eso creí yo. Quise presentarle a mi familia
pero él me dijo que era mejor esperar un poco más para que los conociera y
también para que yo conociera a su familia, con lo que estuve de acuerdo porque
tampoco llevábamos tanto tiempo juntos. Entonces llegó el gran día. El día que
me dijo que me amaba
Estábamos en su habitación viendo una película. Sus
padres siempre estaban de viaje y era el día libre de los empleados, así que
estábamos solos. Empezó a besarme en el cuello y yo le dije que parara que
quería ver la película mientras me reía porque me hacía cosquillas con sus
besos
-¡Para Peter!- lo empujé un poco riéndome
-No puedo- gruñó- Me vuelves loco- me dijo mientras
me seguía besando el cuello
La película ya estaba olvidada y empezamos a
besarnos en la boca, cada vez había más pasión entre nosotros. Él se fue
recostando encima mía en la cama para profundizar el beso dejando caer su peso
sobre sus brazos. Podía sentir como cierta parte de su anatomía empezaba a
despertarse y la verdad, eso no me incomodaba mucho porque no era la primera
vez que pasaba. De pronto, dejó de besarme y me miró a los ojos mientras
recuperábamos un poco el aliento
-Te amo Mar- me dijo y yo sonreí
-También te amo Peter
Volvimos a besarnos y poco a poco iba desapareciendo
nuestra ropa hasta que ambos quedamos completamente desnudos. Él besaba mis
pechos mientras que sus manos iban a mi zona más íntima. Yo no sabía qué hacer,
esta era mi primera vez y no tenía ni idea de como se suponía que tenía que
actuar, pero no podía frenar el impulso de tocar su cuerpo, sus pectorales, sus
brazos... todo de él, así que lo hice y pareció gustarle porque gimió, entonces
él pellizcó uno de mis pezones y yo también gemí... eso se sentía tan bien...
Un rato después él se había enfundado un condón y su boca se enredó con la mía
de nuevo mientras él empezaba a penetrarme. Me dolía mientras entraba, en algún
sitio leí que es normal que eso pase la primera vez, así que no me preocupé.
Cuando terminó de introducirse dentro de mi, estuvo un rato quieto, el dolor ya
había desaparecido casi totalmente, y luego de pronto empezó a moverse, entraba
y salía de mi lenta, continuamente, y yo no podía hacer otra cosa más que
gemir, me dijo que rodeara su cintura con mis piernas y así lo hice. El placer
que sentía era inmenso y se hacía más grande a cada estocada suya dentro de mi
cuerpo hasta que ya no pude soportarlo más y el orgasmo me sobrevino, un
instante después, sentí como él también llegaba y se dejaba caer completamente
encima mía. No me molestaba su peso, al contrario, me gustaba, se sentía
increíble sentirlo apretándome contra la cama. Él salió de dentro de mi y fue
al baño a tirar el condón. Cuando volvió, se tumbó en la cama conmigo y me
abrazó
-Te amo muchísimo, no lo olvides Mar- dijo antes de
que me quedara dormida
Desperté un rato después y lo vi a él dormido, tenía
una expresión completamente relajada y me derretí de amor. Miré la hora y vi
que era tarde, así que me vestí y le deje una nota avisándole que me había ido
a casa. Yo estaba feliz, me había entregado totalmente a la persona que más
amaba en el mundo... y él también me amaba y se había entregado a mi.
Al día siguiente, fui a su casa por la mañana porque
lo echaba de menos, necesitaba verlo y besarlo. Llegué y una empleada me abrió.
Me dijo que él estaba en su habitación y me dirigí hacia allí. Conforme me
acercaba a la habitación de mi novio iba escuchando voces y gritos, supuse que
estaba con sus amigos, así que decidí irme para no molestar y que no me
descubrieran ya que nadie sabía lo nuestro. Me giré para marcharme, pero
escuché mi nombre y la curiosidad me pudo, así que me puse a escuchar detrás de
la puerta
-¿Y entonces? Venga tío, habla de una vez... ¿al fin
te tiraste a Mariana?
-Si- contestó Peter hablando bajo
-¡No fastidies hombre! ¡Has ganado la apuesta! ¿De
donde coño voy a sacar yo ahora cien pavos para dártelos?
¿Apuesta? ¿Qué apuesta? ¿Y por qué ellos saben de lo
nuestro si se suponía que era secreto y nadie sabía? ¿Qué está pasando?
Yo tenía los ojos abiertos como platos y empecé a
caminar hacia atrás, tenía que marcharme antes de que se dieran cuenta de que
los escuché, pero tropecé y me caí. Ellos salieron de la habitación a ver qué
había pasado y me vieron en el suelo.
-¿Mar, estás bien?- Peter fue corriendo a ayudarme a
levantarme pero me alejé de él- ¿Mar?- me miró con los ojos abiertos ante mi
rechazo mientras yo seguía en el suelo
-¿Qué.. de qué... apuesta estabais hablando?-
pregunté mirándolo a los ojos
-¿A-a-apuesta? No estábamos hablando de ninguna
apuesta Mar- me dijo, en sus ojos pude ver algo parecido al.. ¿miedo? ¿Por qué
estaba asustado? Y entonces lo comprendí
Mis ojos se inundaron de lágrimas y yo quería
morirme... ¿me había utilizado para ganar una apuesta? Por favor, por favor,
que no sea eso
-¿Qué apuesta Peter?- le volví a preguntar
-Ya te he dicho que no hablábamos de ninguna
apuesta- me dijo desesperado
-Peter yo os he escuchado perfectamente y hablabais
de una apuesta sobre mi... ¿QUÉ APUESTA ERA? DÍMELO- le exigí furiosa, ya me
había levantado del suelo y lo miré a los ojos. Él seguía sin contestarme-
Bien, si tú no me lo vas a decir le preguntaré a tus amigos
-No
-Si, ¿de qué apuesta estabais hablando?- le pregunté
a los amigos de Peter
-¡No digais nada!- gritó él
Uno de ellos, Marco, se me acerco y me sonrió
-La apuesta de la que hablábamos querida Mar...
-¡NO!- Peter se abalanzó sobre él pero los otros dos
chicos, Alan y Max, lo sujetaron para que no lo tocara
-Como iba diciendo- siguió hablando Marco mirando a
Peter con el ceño fruncido, pero luego volvió su mirada a mi y sonrió de nuevo-
la apuesta de la que hablábamos es la que nosotros tres- se señaló a si mismo,
a Alan y a Max- hicimos con él- señaló a Peter que intentaba zafarse de sus
amigos sin éxito- Peter tenía que llevarte a la cama antes de que terminara el
curso y cada uno de nosotros le daríamos cien pavos, sino... él nos daría cien
pavos a cada uno... parece que perdimos nosotros, ¿no?
Era lo que me imaginaba... Era demasiado bueno para
ser cierto. Todo este tiempo, todo los besos, las caricias, los te quiero, los
te amo, lo que pasó el día anterior... todo fue mentira
Mis lágrimas caían sin control y Peter gritaba que lo
soltaran. Yo no reaccionaba, me quedé donde estaba sin moverme, no podía,
sentía un dolor inmenso en mi pecho y quería morirme, entonces sentí que
alguien me tocaba. Levanté la vista y vi la cara de Peter, parecía desesperado
-Mar, por favor déjame explicarte...
-Por eso no querías que nadie se enterara de lo
nuestro- dije muy bajito mientras lloraba- Por eso no quisiste conocer a mi
familia ni que yo conociera a la tuya... porque yo era una apuesta...-tras
decir esas palabras, reaccioné- ¡TE ODIOOO!- le pegué una bofetada y quise
salir corriendo pero él me atrapó y me lo impidió
-¡Mar no! ¡Por favor escúchame! ¡Te amo!
-¡Eso es mentira! ¡Suéltame!- entonces sentí como
alguien me liberaba, alcé la vista y vi que habían sujetado a Peter otra vez así
que aproveché y salí corriendo mientras Peter gritaba mi nombre y decía que me
amaba
Llegué a casa llorando desconsoladamente. Mis padres
y mi hermano me miraron asustados y me preguntaron qué me pasaba. Les conté
todo y se pusieron furiosos, mi hermano quiso ir a partirle la cara a Peter pero
yo lo evité al no decirle quien me había hecho esto. No quise volver al
instituto y ellos comprendieron, Peter no hacía más que llamarme al móvil por lo
que cambié de número. Fue una suerte que él no supiera donde vivía porque no
dudo que se hubiera presentado en mi casa si lo supiera. Cada vez que alguien
me llamaba Mar, empezaba a llorar porque así es como él me llamaba, así que
nadie volvió a llamarme así y cuando alguien empezaba a hacerlo le pedía que
por favor no lo hiciera. Pasaba el verano y yo me negaba a salir de casa porque
tenía miedo a encontrarme con él si lo hacía, así que mis padres decidieron que
lo mejor sería mudarse a otra ciudad.
Con el cambio de ciudad y de instituto decidí que nunca más me volverían
a tratar de la forma en que lo hicieron Peter y sus amigos y cambié totalmente
mi imagen. Las trencitas con las que solía adornar mi pelo desaparecieron
siendo sustituidas por mi pelo chocolate suelto, los aparatos se fueron, las gafas
se convirtieron en lentillas y mi fondo de armario fue renovado por completo,
además de que aprendí a maquillarme para verme hermosa. Cuando comenzaron las
clases en mi nuevo instituto, todos los chicos querían estar conmigo y las
chicas querían ser mis amigas... Pero yo desarrollé una especie de fobia al
amor y desde entonces no he dejado que ningún chico se me acercara tanto como
para enamorarme de él
FIN
DEL FLASHBACK
No podía creerlo... volvía a tener en frente de mi
al culpable de que mi corazón haya quedado inservible, volvía a tener ante mi a
Peter Lanzani
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Eso es todo por hoy... Espero que os gusten los capitulos y que me deis vuestra opinión ;)