Lali estaba durmiendo hasta que siente tres risas ahogadas acercándose con la
intención de hacerle cosquillas, pero prefirió hacerse la dormida para darles
un susto cuando estuvieran muy cerca de ella. Sintió como la más pequeña
empezaba a hacerle cosquillas y entonces se levantó de golpe cogiendo a Florencia quien no tardó en empezar a reír por las cosquillas que le hacía su hermana
mayor. Candela y Valentina, en cambio, se recuperaban del susto que les dio Lali al
levantarse de golpe.
-Vas-vasta...
pa-para-suplicaba Florencia con las palabras cortadas por la risa y lágrimas en
los ojos.
-Esto os
enseñará a las tres que no hay que despertarme con cosquillas...
-Está
bien, Lali. Creo que ya hemos aprendido la lección.... ¿o no, chicas?
-Siiiiiiiii-gritó
Florencia que ya no podía más de la risa. Valentina se limitó a asentir con la cabeza
-Muy
bien, entonces te suelto.
Florencia respiraba con dificultad por el esfuerzo que había hecho tratando de librarse
de las manos de su hermana.
-Bueno, y
ahora cuenta Cande... ¿Qué pasó con papa?-preguntó Lali mientras las dos más
pequeñas se dedicaban a pelear por quién entraría antes al baño
-Nada,
que sé yo, se puso hiperdenso con que no podía tener novio hasta que cumpliera
los 80 y yo ya estaba al borde del llanto cuando mama llegó y lo calmó un poco.
Se lo llevó a la habitación y yo me vine para acá con ustedes...
-Se pasó...
-Si, no
pienso dirigirle la palabra hasta que se disculpe y acepte que ya crecí y tengo
derecho a tener novio
-Cosa que
no tardará en hacer, porque papa es muy celoso, pero no aguanta ni un día
peleado con sus nenas...
-Cuando tienes
razón... tienes razón-ambas rieron
En eso
estaban, Lali y Cande hablando y Valentina y Florencia peleando, cuando escucharon
que llamaban a la puerta
-¿Si?-preguntaron
las cuatro a la vez
-Señoritas-era
la voz de Julia, el ama de llaves de la casa que más bien era como una abuela
para las cuatro Esposito- perdón que las moleste -dijo entrando- pero hoy es el
primer día de clases y deben desayunar lindo lindo para entrar al colegio con
todas sus fuerzas
-Está
bien, Juli. Nos ponemos el uniforme, alistamos nuestras cosas y bajamos... ¿ok?
-Ok, pero
no tarden mucho, que se enfría el desayuno- dicho esto, Julia salió de la
habitación tarareando una canción
-Muy
bien, señoritas- dijo Lali- a ponerse el uniforme porque... ¡la que llegue
última a desayunar es un huevo podrido!
Las dos
más pequeñas se dirigieron rápidamente a su armario para coger su uniforme,
mientras que las dos más grandes corrieron hasta su habitación para hacer lo
mismo.
Pasados
unos 20 minutos, las cuatro bajaban lo más rápido posible por las escaleras
intentando adelantarse las unas a las otras hasta que llegaron a la cocina
donde estaba servido el desayuno. La cosa quedó así: Lali, Florencia, Valentina y Candela.
Desayunaron
entre risas y burlas hacia Candela por llegar última y ser un huevo podrido,
cosa que no hizo ninguna gracia a Candela quien se enfadó, pero tras unos
cuantos pucheros de sus tres hermanas, no resistió y las perdonó.
En eso
estaban cuando llegaron a la cocina los dueños de la casa.
-Pero que
linda escena que hay aquí...-Nico le fue a dar un beso de buenos días a cada
una de sus hijas, pero cuando llegó a Candela, esta le quitó la cara- Vaya,
vaya, vaya... me parece que alguien se enojó... ¿puede ser?
-¿Tú qué
crees, amor? Después de lo de anoche, lo que me extraña es que nuestra hija no
haya intentado matarte todavía
-Si,
supongo que tienes razón... ¿me perdonas, princesa?- pidió Nico a su hija Candela mirandola con un puchero en la boca
-De
acuerdo- Nico empezó a sonreír triunfante- PERO- Candela remarcó especialmente
esa palabra- con una condición- la sonrisa de Nico se transformó en un ceño
fruncido
-¿Cuál?-
preguntó desconfiado
-No
molestarás más con el tema de Jaime y lo tratarás bien y con educación cuando
lo veas
-Supongo
que no tengo más remedio que aceptar-suspiró resignado
-Así me
gusta, ahora... estás oficialmente perdonado
-Entonces...
¿puedo recibir mi beso de buenos días?- Dicho y hecho, Candela se abalanzó sobre
su padre para darle el tan esperado beso de buenos días
-Ejem,
ejem... -tosió Lali- Me encanta que se hayan reconciliado y todo eso, fue una
escena realmente conmovedora, pero si no salimos pronto, llegaremos tarde y no
podremos acomodar nuestras cosas en las habitaciones hasta que terminen las
clases...
Lali, Candela,
Valentina y Florencia van al colegio Mandalay, un colegio para internos privado y
muy caro en el que los alumnos viven de lunes a viernes.
-Lali tiene razón- intervino Valentina- Llegaremos tarde y si eso pasa... ¡la estúpida de
Paloma me quitará mi cama! No puedo permitirlo, ¡nos vamos ya!
-A sus
órdenes, mi capitana- Nico hizo el gesto que hacen los militares a sus
superiores y se dirigió hacia la entrada- Muy bien soldados.... esto es lo que
vamos a hacer: 1º Recogen sus maletas y sus cosas; 2º Se despiden de su madre y
Juli y 3º Se suben al coche para emprender el camino al colegio... ¿están
listas? ¿Si? Pues en ese caso.... ¡Preparadas, listas, YA!
Las
cuatro hicieron rápidamente lo que les dijo su padre y en menos de 10 minutos
ya iban de camino al colegio, eso sí, antes tuvieron que aguantar la charla de Gimena y Julia. Charla que ya sabían de memoria pues era la misma de todos los años al
inicio del colegio.
Llegaron
al colegio y se separaron. Este estaba dividido en tres alas. La primera,
estaba destinada a los más chiquitos hasta la edad de 10 años; la segunda, a
los de edades comprendidas entre los 10 y los 15 años; y la tercera, a los
mayores del colegio, los alumnos de 16, 17 y 18 años. Dado que Lali y Candela tenían 17 años, se fueron para la última, mientras que Matt acompañó a las dos
más pequeñas a la segunda.
En la
entrada del edificio, Lali y Candela vieron a Euge y Mery, dos de sus mejores
amigas de toda la vida. Eugees una chica rubia (aunque teñida) de ojos
verdes, muy alegre, simpática y coqueta. Sería incapaz de lastimar a nadie.
Mery es una chica con el cabello de color rubio oscuro y los ojos marrones,
tan alta y delgada que podría pasar por modelo perfectamente. Se trata de una
chica que persigue lo que quiere aunque deba aplastar a alguien en su camino. Ni
más se vieron, corrieron a abrazarse como si llevaran años sin verse, aunque en
realidad se vieron el día anterior por la mañana.
-Las
extrañeeeeee-Estaba diciendo Euge
-Y
nosostras también- dijeron Lali y Candela al mismo tiempo- ¿Ya habeis ido a
nuestra habitación?
-Nop-
negó Mery
-¿Y por
qué no?
-Porque
queríamos esperar a estar las seis juntas para hacerlo
-En ese
caso, creo que tendremos que esperar a Rochi y a Dani...
-No creo,
por ahí vienen- se dio cuenta Lali
Rocio es
una chica rubia y de ojos de color verde esmeralda, es una chica muy simpática
aunque un poco tímida. Daniela tiene el cabello de color castaño y los ojos de
color marrón. Es la estudiosa del grupo, no soporta sacar una nota inferior a
un nueve.
Tras
repetir la misma escena que se produjo cuando llegaron Candela y Lali, se
dirigieron a su habitación. Cuando llegaron, cada una se dirigió a su respectiva
cama para dejar su maleta y ordenar sus cosas mientras hablaban
-Ey, ¿se
enteraron?-preguntó Euge
-¿De qué?-
preguntó Candela
-Al
parecer el señor Alejo tuvo serios problemas económicos durante el verano y se
vio obligado a vender el colegio...
-¿En
serio?- Rochi parecía realmente sorprendida
-Sip
-¿Y ahora
quién es el dueño?- preguntó Lali más que curiosa
-Los
dueños son Mariano y Emilia Lanzani
-¡Ah! ¿Y
será que sean buena gente?- Dani estaba preocupada
-Y bueno,
yo mucho no sé, pero mis padres los conocen y dicen que sí... Además, tienen
dos hijos de nuestra edad, Peter y Nicolas, que van a estudiar con nosotras y
que se trajeron a sus amigos con ellos, y por lo que he escuchado.... -dejó la
frase inconclusa para crear una tensión y suspense que estaba matando a sus
amigas. Cuando se dio cuenta de que ya no aguantaban más, continuó con lo que
estaba diciendo- están todos como un tren
-Entonces
me parece que este curso va a ser muy interesante y divertido... -Mery ya
estaba planeando su plan de ataque en caso de que le gustara alguno de esos
chicos. Y todas las demás se rieron y sintieron lástima por el que fuera el elegido
de Mery... no tendría ninguna oportunidad de resistirse, Maria del Cerro podía
ser muy persistente y decidida cuando se proponía algo
-Chicas-
dijo Lali- Las clases ya van a comenzar... ¿qué les parece si van a coger
sitio? Yo me reúno luego con ustedes, primero quiero ir a la cafetería porque
me muero de sed y necesito un refresco... ¿Alguien más quiere algo?
Todas
negaron y Lali se fue hacia la cafetería como bien dijo que haría.
Por el
camino, a pesar de que ella se negaba a hacerlo, su mente y corazón no le
hacían caso y una vez más se encontró a sí misma recordando la noche en que
conoció a Romeo y lo que sintió entre sus brazos. Tan concentrada iba en sus
recuerdos que no se dio cuenta de que por las mismas escaleras que ella iba a
subir, bajaba, en ese mismo momento, un chico con una bandeja llena de
refrescos hasta que fue demasiado tarde y chocaron. La bandeja salió volando
por los aires, pero por suerte, no los empapó a ninguno de los dos. Pero no
todo en esta vida puede ser buena suerte, ¿verdad? Porque aunque los dos chicos
no se mojaron, si que se cayeron al suelo, quedando él sobre ella.
-Hola, ¿y
tú quién eres?- preguntó el chico de unos increíbles ojos verdes a Lali sin
salir de encima de ella... Lali no sabía por qué, pero esos ojos verdes le
recordaban a algo... o a alguien.
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Perdón la demora en subir, pero unos amigos de la facultad se vinieron a pasar unos dias a casa y no tuve tiempo para subir :/
Gracias por todos sus comentarios =D